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El Tottenham deja claro que este Chelsea es una bicoca

Los 330 millones de euros gastados en enero no han cambiado ni un ápice al Chelsea, que es una auténtica bicoca. El último leñazo, con Todd Boehly con cara de pocos amigos en la grada, llegó para más inri en el derbi frente al Tottenham, que no necesitó ni una gran versión para llevarse los tres puntos (0-2).

No ganan los de Graham Potter, que a este ritmo le queda poco en el banquillo, desde el 15 de enero. Una vez juntó a todas sus estrellas se acabó. Y con partidos como los de este domingo la cosa no tiene buena pinta porque se demostró un equipo inofensivo con balón y con poca contundencia sin él.

Los ‘blues’ llevaron la iniciativa, como de costumbre. Tratan de jugar desde atrás, encontrar a Joao Félix entre líneas, a los extremos rápido… pero todo eso no sirve de nada si no tiene pegada el equipo. Y no es una cuestión de que el punta sea Havertz, que evidentemente no es un goleador, es un tema de que no se atacan los espacios como toca.

El Tottenham vivió exageradamente cómodo. Hizo su trabajo en la presión en campo propio y pese a que con pelota no estuvo excelso se llevó los tres puntos a casa. Fue en el segundo tiempo, porque el primero solo tuvo dos acciones destacadas que poco o nada tuvieron que ver con el balón. Primero una lesión de Thiago Silva, que encima podría ser grave, y luego por una jugada embarullada en la que Ziyech vio la roja por un pique con Emerson que luego se retiró mediante el VAR con acierto.

Y el mazazo llegó al minuto de empezar el segundo tiempo. Koulibaly hizo un despeje que se quedó corto y Skipp estuvo más vivo que Joao Félix, se anticipó y sacó un misil con su derecha que Kepa tocó pero no llegó a parar (46′). Lo peor del caso es que no hubo reacción alguna. Potter movió ficha e hizo entrar a Mount para dar más calidad en zonas interiores, pero de nada sirvió.

El balón ya circulaba en medio campo antes pero el equipo no cambió la marcha en los últimos metros. Y al final, con esas, Kane acabó haciendo la sentencia en un saque de esquina rematado en el segundo palo (82′). Al final hasta salió hasta Aubameyang, casi desterrado desde hace meses, pero ni con esas.

Mundo Deportivo