El PSG se instala en el desconcierto
El PSG es el equipo de las mil caras, solo descifrable cuando suena el himno de la Champions. En liga, en cambio, se vino abajo contra un Nantes que aprovechó la euforia parisina. Un contratiempo menor en la tabla, pero una derrota que confirma el desconcierto en el que está instalado el cuadro de Pochettino. De brillar ante el Real Madrid a dejar malas sensaciones en Francia, donde la indolencia acostumbra a imponerse al deslumbre.
El Nantes no se dejó intimidar por el tridente del PSG, que arrastró los mismos problemas de otras veces: “La buena noticia es que en ataque se encontraron constantemente, pero en fase de repliegue el equipo defiende con siete futbolistas”, critica esta mañana el diario L’Équipe, que hace hincapié en los problemas de un PSG que no puede permitirse el lujo de que algunos dejen de correr. En Champions, sin embargo, parece que el vestuario lo tiene grabado a fuego.
El resbalón en Nantes no va a tener consecuencias porque se entiende como eso, como un despiste entre el primer y el segundo choque contra el Real Madrid. Pochettino no sale debilitado tras la derrota de anoche, pero sabe que se juega todo su crédito en el Santiago Bernabéu. Después de ganar tiempo y prestigio en la ida, tiene que refrendarlo en la vuelta de la Champions, donde el PSG se juega todo como en una partida de póker. La liga, descontada, parece más un pasatiempo.
Por primera vez desde que entró el capital de Qatar, el equipo encajó tres tantos en un primer tiempo. Sin embargo, no parece razonable decir que el Nantes le enseñó el camino al Real Madrid porque se trata de dos partidos diferentes. El PSG de liga no es el de Europa y en las grandes noches se va a crecer como hizo en el Parque de los Príncipes. Ayer dio un paso atrás, pero nada que no pueda subsanar en tres semanas en la capital de España.
