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Real Madrid y City lo dejan todo para Manchester

Real Madrid y City empataron en el Bernabéu se jugarán el pase a la final de la Champions en próximo día 17 de mayo en Manchester. Los dos conjuntos mostraron que perfectamente pueden estar en esa final porque el favoritismo del City no se reflejó en el nuevo césped de Chamartín y tampoco el peligro de Haaland que ‘sufrió’ a Rüdiger y Alaba.

Real Madrid y Manchester City mostraron desde el pitido inicial a lo que habían ido a jugar al Bernabéu. El equipo inglés a tener el balón, a tocar y tocar esperando su oportunidad con Haaland como el ‘monstruo’ de las pesadillas blancas. El Real Madrid, por su parte, a esperar atrás, bien juntito en torno a Courtois esperando una salida a la contra con Benzema, Vinicius y Rodrygo. En fin, no hay que engañarse, lo que todo o casi todo el mundo esperaba del duelo de un Bernabéu a reventar para esta ida de las semifinales de la Champions.

Un estadio, una afición que vio como Courtois le paraba dos disparos a De Bruyne y Rodri y que poco menos que temblaba o se ponía tensa cuando a Haaland le llegaba un balón, aunque sus remates no supusieran un problema para Courtois. El City era el amo y señor del partido, volcando casi todo el juego por la banda defendida por Camavinga, pareciendo que estaba jugando en casa y el Real Madrid era el visitante. Eso provocó el descontento de la grada que no dudó en pitar el juego de toque de los ingleses mientras esperaba alguna aparición del Real Madrid en ataque. Las había habido, pero escasas y sin peligro. Hasta que en el minuto 25, apareció Vinicius para aprovechar un error del City y ponerle un balón al área a Benzema que no fue gol porque lo evitó Ruben Dias. Esa acción despertó al Real Madrid y puso en tensión a un City que vio como de mandar cómodamente, encajó el 1-0. Un golazo de Vinicius en el minuto 36 con un gran disparo desde la frontal del área tras una buena jugada de Camavinga. El Real Madrid quiso aprovechar la buena ola del gol para ir a por más, pero el City se repuso y volvió a tener el balón. Aunque de poco le sirvió porque al descanso se llegó con 1-0 en el marcador.

El segundo acto comenzó con el City volviendo a su plan inicial, es decir, a tener el control y a partir de ahí, buscar el empate. El Real Madrid, por su parte, no sólo no se puso nervioso por el control inglés, si no que le demostró al mundo que también sabe tocar y sacar bien el balón desde atrás. Con esa puesta en escena, comenzaron a llegar las ocasiones. El City, a travé de la movilidad de sus jugadores ofensivos y el Real Madrid, con el trío Benzema-Vinicius-Rodrygo que hacían saltar por los aires todos los sistemas defensivos del City.

El partido estaba igualado y el gol podía caer para cualquier lado, aunque lo cierto es que el Real Madrid, que reclamó un penalti por mano de Grealish, generaba más peligro real que el City. Pero marcaron los ingleses. Fue De Bruyne el que puso el 1-1 en el minuto 67 con un disparo desde fuera del área. Una jugada protestada por el Real Madrid que reclamó que en una acción anterior, hubo fuera de banda a favor de los blancos, pero el VAR no vio nada raro y el gol subió al marcador.

El partido volvía a comenzar con el Bernabéu en armas contra el árbitro Artur Dias. Los dos equipos buscaron otro gol que les acercara a la final de la Champions. Benzema lo tuvo, pero Ederson lo evitó con una gran parada. El encuentro entró en la recta final con el Real Madrid poniéndole más ganas para marcar que un City que no renunciaba a eso, pero parecía que el 1-1 ya le iba bien para la vuelta. Al final, fueron los ingleses los que se llevaron el gato al agua y todo se decidirá en Manchester la semana que viene.

Mundo Deportivo