Pastillas para la memoria: Pelé

No fue coincidencia que Pelé se escriba con tilde, porque su juego era atildado, nació en tres corazones y se ganó el corazón de toda la humanidad. En su tierra se concentraban muchos metales preciosos por eso talvez fue de oro, tenía un prototipo único dicho por los científicos, fue el primer rockstar del fútbol, fue más popular que los Beatles, su nombre fue conocido en los cinco continentes y no solo se convirtió en el rey, además al balompié lo hizo el monarca de todos los deportes, mostro toda su grandeza en México setenta, a todo color y en directo para todo el mundo, icono pop por algunas décadas y ahora hasta la eternidad, tótem sagrado del ‘jogo’ bonito.

Si lo comparamos con los dioses griegos, sería como Zeus, pero con la velocidad de Hermes, cuando corría con la pelota dejaba un rastro de polvo mágico, el negro fue un mago más que  Houdini. Sus padres lo llamaron Edson en honor al inventor, en la cancha invento más cosas que el mismo Thomas Alva Edison y Nicola Tesla juntos, manejo las leyes de la física con el balón mejor que Newton, su calificación como futbolista era de diez sobre diez.

Pelé fue en el futbol lo que fue Jesús fue para la iglesia, fue el antes y después, realizando milagros increíbles con la pelota y sanando a todos los fanáticos de este deporte con la alegría de su ‘jogo’ bonito, decían que Diego era de marte. Pelé era de otra galaxia, decían que Diego era un barrilete, Pelé era una torre de caramelo y lo digo yo que soy maradoniano, dicen que no hay muerto malo, el negro era único y fabulosamente extraordinario, ahora ya es eterno.

Econ. Manuel Santibáñez