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Pastillas para la memoria: «Las manos de Dios de Kempes y Suárez»

Todos recordamos el gol que marcó con la mano el «barrilete cósmico» Diego Maradona en el Mundial México 1986, en el partido de cuartos de final, frente al seleccionado inglés, fue el primer gol de aquel partido inolvidable y que luego la prensa del planeta, lo denominaría la mano de Dios, el pelusa en ese partido anotaría un segundo gol, que se convertiría en el gol del siglo, el cotejo terminaría con una victoria de dos por uno, a favor de la selección Argentina, dejándole un gran impulso anímico y futbolístico que luego le permitió salir campeón en el país azteca.

Ocho años antes, en el Mundial de Argentina 1978 Mario Alberto Kempes protagonizó la primera mano de Dios, la albiceleste enfrentaba a Polonia y ganaba uno a cero, se marca falta a favor de los polacos en el campo gaucho, el tiro libre se lo realizaría al borde de las dieciocho  yardas junto a la línea de fondo , el lanzamiento libre deja desubicado al pato Fillol y el artillero polaco Grzegorz Lato con golpe de cabeza envía la pelota al arco, Kempes en una volada salvadora espectacular desvía el balón, el árbitro determina penal,  que seguidamente sería atajado por el arquero argentino, el marcador final fue de dos por cero, a favor de los del río de la plata, triunfo que le permitió consolidarse como equipo y sumar puntos valiosos para ganar la segunda etapa de grupos, que le permitiría llegar a la final y levantar  su primera copa del mundo.

Luis Suárez sería el actor de la tercera mano de Dios, el representativo charrúa jugaba cuartos de final de la copa del mundo de Sudáfrica 2010, frente al equipo de Ghana el resultado era 1×1 , los africanos durante el trámite del partido no se cansaron  de perdonar a los celestes, en el último minuto del segundo tiempo suplementario, un ataque de Ghana provocó un tiro libre que ocasionó varios rebotes en el área,  que terminaría con el arquero uruguayo vencido y el pistolero Luis Suárez bloqueando con sus dos manos la pelota cual felino en la raya de meta, el juez dictaminaría   penal a favor de las estrellas negras  y expulsión para Suárez, segundos después ocurriría el milagro, el tiro penal impacta en el travesaño, y se tiene que definir la clasificación por la vía de los penales, que es ganada por los Uruguayos, con dos atajadas de Muslera y un tiro definitorio a lo Panenka por parte de  Sebastián Abreu, clasificando a los charrúas a semifinales, ocupando el cuarto lugar del mundial, cosa que no sucedía desde México 1970.

Sin duda en los componentes del ADN del futbol están la picardía, las estratagemas, la trampa y el engaño, hoy estas, son especies en vías de extinción gracias al VAR, a gusto y enfado de los fanáticos del juego de caballeros jugado por villanos.

Econ. Manuel Santibáñez