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Pastillas para la memoria: La historia previa del Campeonato del Mundo de Fútbol

La copa del mundo dio su primer gateo en las Olimpiadas de Paris 1900 y San Luis 1904 solo como exhibición, con unos cuantos clubes amateurs, en Londres 1908 es la primera vez que participan selecciones, pero solamente a manera de demostración, los combinados invitados fueron Reino Unido, Suecia, Países Bajos, Dinamarca, y Francia que participo con 2 equipos, el primer partido se jugó entre Inglaterra y Suecia con un resultado de 12 a 1 a favor de los inventores del fútbol , durante las semifinales entre Dinamarca y Francia se registró la mayor goleada, los escandinavos vencieron a los galos 17 a 1 con diez goles marcados por Sophus Nielsen, en la final se enfrentaron, ingleses versus daneses, siendo el campeón Reino Unido.

En Estocolmo 1912 participaron las selecciones de Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Italia, Noruega, Países Bajos, Rusia y Suecia en total 11 equipos y nuevamente en la final los ingleses se imponen cuatro por dos a los daneses, la primera guerra mundial impediría que en 1916 se realicen las olimpiadas.

Amberes sería la sede de las Olimpiadas 1920, los países que provocaron la primera guerra mundial no fueron invitados, por tanto, Alemania, Hungría, Bulgaria y Turquía fueron privados de competir, en esta oportunidad participarían trece equipos europeos y la selección de Egipto como representante africano, la medalla de oro se la llevaría el local Bélgica y la plata España con una fabulosa actuación del primer crack y portero catalán Ricardo Zamora.

Mientras tanto en el sur del continente americano el fútbol crecía a toda velocidad, en 1916 se realizaría el primer sudamericano, la edición de 1923 ganada por Uruguay frente a la selección argentina le valió como pasaporte para las Olimpiadas de 1924 de Paris a los charrúas, en esta cita ecuménica participaron 20 naciones europeas , dos americanas Estados Unidos y Uruguay, conjuntamente con Egipto de África. La celeste sorprendió de entrada venciendo a Yugoslavia siete por cero, Europa quedó asombrada al ver el extraordinario rendimiento charrúa. Uruguay se llevaría la medalla de oro luego de vencer a Estados Unidos, Francia, Países Bajos y en la final derrotar a Suiza tres por cero, los nombres de Mazali, Nasazzi, Arizpe, Andrade, Vidal, Ghierra, Urdinarán, Scarone, Petrone, Cea y Romano están escritos en oro en la historia del fútbol sudamericano a pesar que cada año que pasa se los olvida en la incompasiva memoria del tiempo.

La FIFA, fundada en Francia en 1904, no se sentía cómoda con el trato del Comité Olímpico Internacional respecto a los ingresos de las taquillas y las barreras impuestas en contra de la participación de los futbolistas profesionales en las olimpiadas ya que no coincidían según ellos con el espíritu olímpico. La actuación de los uruguayos había hecho explotar todos los cristales del edificio, el boom de los celestes hizo pensar al padre de los mundiales Jules Rimet presidente de la FIFA y a muchos otros que el fútbol ya era universal y podía sustentarse por sí solo y tener su propio torneo.

En las olimpiadas de Ámsterdam de 1928 el profesionalismo en el fútbol era ya casi un hecho y se sentía asfixiado por el amateurismo olímpico, el torneo se realizó con 17 equipos, de nuestro continente eran cinco selecciones las cuales eran Argentina, Chile, Estados Unidos, México y Uruguay, la participación sudamericana por partida doble fue fabulosa, celestes y gauchos llegaron a la final, los charrúas revalidaron el oro olímpico y Argentina se llevó la plata.

En el congreso de la FIFA de mayo de 1929, celebrado en Barcelona se decidió que la primera copa de mundo se realizaría en Uruguay, el resto de la historia ya nos las han contado y mañana se escribirá el inicio de un nuevo capítulo de la copa de mundo, donde nuestro país abre los juego en el partido inaugural frente a Qatar el país anfitrión, la mesa está servida y disfrutemos del Campeonato del Mundo de Fútbol que es el acontecimiento deportivo más importante de la humanidad.

Por: Econ. Manuel Santibáñez