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¡ Espectacular ! Lewis Hamiltón arrancó décimo pero ha ganado el Gran Premio de Brasil

Simplemente espectacular. Descalificado en la clasificación, salió último en el sprint (terminó 5º) y, tras la sanción de 5 posiciones, arrancó 10º en la carrera. Pese a todo eso, aprovechando a tope su motor nuevo, ganó el Gran Premio de Brasil. De pie ante Lewis Hamilton. Otra exhibición del pentacampeón.

Mundo Deportivo de España hace un relato detallado de lo que ha sido esta jornada épica  de la Fórmula 1 . A continuación:

Fue una auténtica batalla por el Mundial. De aquellas que se recuerdan toda una vida, de las que ver repetida dentro de unos años y decir con mucho gusto: ¡Qué dos pilotazos! El GP de Brasil de F1 lo tuvo todo. Lucha, agresividad, adelantamientos, defensas, polémica y la intriga y emoción de la pelea entre dos de los grandes por una corona. Pero sobre todo, tuvo la épica de una remontada espectacular de un Hamilton que el sábado, antes de la carrera al sprint, era último y que hoy tenía 5 puestos de penalización en parrilla. Y lo logró. Hamilton ganó, por muy imposible que pudiera parecer hace tan solo un día. Firmó uno de sus triunfos más espectaculares. Se impuso a las adversidades y dio un tremendo golpe anímico a su rival, dejándole claro que el título no está ni mucho menos decidido y que va a pelear hasta el final. Una acción muy agresiva de defensa de Verstappen en la vuelta 48, con los dos coches saliéndose por fuera de la pista y la posterior inacción de Dirección de Carrera con Max, le daban a Hamilton la motivación final que necesitaba para machacar a su rival. La grada rugió como si estuviera viendo a su tan amado Senna. Lucía un casco en homenaje al mítico piloto brasileño y ganó con la magia con la que lo solía hacer el gran Ayrton. Hoy, esté donde esté, tuvo que aplaudir a Lewis. Como él solía hacer, nunca dejó de creer. Partía este domingo a 21 puntos de Max y se marchó de Brasil a 14 a falta de 3 carreras. Pudieron ser 13, pero Pérez, en clara labor de equipo, le quitó el punto extra de la vuelta rápida en el último giro. Lo que hizo el piloto de 36 años fue increíble. Ganó sus últimos 6 títulos porque tenía el mejor coche, sí. Y en este GP de Brasil tuvo más ritmo que Max. Pero lo que hizo Lewis este fin de semana solo pueden hacerlo los elegidos. Se reivindicó ante todos los que le dejaban ya sin título.

Lewis Hamilton lo tenía todo en contra. Parecía que podía tirar el Mundial en Brasil. En la carrera al sprint del sábado tenía que salir último tras la descalificación de la ‘qualy’ del viernes por una infracción en su DRS por solo 0”2 milímetros. Sabía que por muchas posiciones que adelantara el sábado, tenía otros 5 puestos de sanción para la parrilla de la carrera del domingo. Cualquiera, en su lugar, se hubiera hundido. No el 7 veces campeón, que se hizo gigante.

El británico gritó a los cuatro vientos que quiere este título y dejó más claro que nunca a Verstappen que no va a arrodillarse ante el joven aspirante. Su corona tiene un precio y Lewis no tiene previsto entregársela sin más. Se la tendrá que ganar. El sábado, Lewis ya ganó 15 posiciones, del último al 5º, con un recital de adelantamientos en solo 24 giros. Y este domingo, saliendo 10º, tenía que seguir con su remontada. No podía aflojar ni fallar. Debía ir a por todas. Encendido por todo lo ocurrido este fin de semana, el campeón sacó toda su rabia e ira y la convirtió en una conducción magistral. Este lunes, en las escuelas, en lugar de enseñar matemáticas, deberían ponerle a los pequeños la demostración de Lewis. Aprenderían que jamás hay que darse por vencido, que siempre hay que luchar por tus sueños, por muy difíciles que parezcan. Eso es lo que hizo el de Mercedes desde la salida. Pasando como un cohete a todos y cada uno de los coches que se le ponían por delante. Con un coche muy superior en punta, en solo 5 giros ya era tercero después de que Bottas, con la cabeza agachada, le dejara pasar.

Lewis necesitaba que el nórdico le ayudara en el arranque ante los dos Red Bull, pero el finlandés se diluyó entre los de las bebidas energéticas. Dos días de inspiración era demasiado pedir para Valtteri. Salió mal y Max le pasó en la curva 1. Y para colmo, en la curva 4 se pasó de frenada ante el acoso de Pérez y dejaba a los dos Red Bull delante. Por suerte para Lewis, era algo de esperar y se concentró en luchar solo. Sí le ayudó un Safety Car en la vuelta 6 para reagruparse con los Red Bull. Y también otro Safety virtual posterior. La cosa estaba muy apretada. 

Hamilton necesitaba pasar a Pérez sin perder tiempo tras él y sin dañar las gomas. Lo hizo en la vuelta 18 con un espectacular ‘por fuera’ que levantó a todo el Autódromo José Carlos Pace. Las gradas vibraban aún más con un Checo que cumplía con su rol de escudero de Max a la perfección devolviéndole el adelantamiento en la curva 4. Y rugió el público definitivamente cuando vio a Lewis pasar finalmente al mexicano de nuevo por fuera de la curva 1 en la vuelta posterior. Empezaba ahí la persecución de la lucha por el título. 

Hamilton y Verstappen, frente a frente. Max lograba mantener a 3”8 al británico en una espectacular pelea psicológica en la que ninguno podía fallar. Empezaba entonces la lucha de estrategias. Pero tras dos paradas, Verstappen y Hamilton seguían igual. Primero era el neerlandés ante Lewis. Los dos, separados por solo 2 segundos. Y ahí, Hamilton sacó el martillo. ¡‘Hammertime’! Hamilton le mostró el coche en la vuelta 47. Y en la vuelta 48, Lewis le cogió el DRS, lo intentó por fuera, se pusieron los dos rueda a rueda. Max empujó hacia fuera a Lewis y ambos se fueron por la pintura verde del exterior de la curva. El joven piloto cambió la trayectoria en plena curva y forzó a Hamilton a irse fuera, ya que sin ello, se habrían tocado. Y lógicamente, el incidente tenía que ser anotado. Max se equivocó abriendo demasiado claramente su trazada. Hamilton tenía la posición ganada por fuera pero el neerlandés no quiso aceptarlo. A 24 giros para el final, la cosa se ponía muy calentita. Más problemas para los comisarios, que este fin de semana tuvieron que hacer unas cuantas horas extra.

Hamilton perdió algo de tiempo en esa acción pero volvió al ataque. “Mantener esto va a ser muy complicado”, decía Verstappen, consciente de que Hamilton era más rápido. Un fin de semana en el que el inglés parecía hundido y Max lo tenía todo para aumentar su ventaja en el Mundial, había cambiado completamente, de forma increíble. Lewis le había dado la vuelta a la tortilla y tenía la sartén por el mango. Tenía más ritmo y era cuestión de tiempo que el de Stevenage pasara al piloto de 24 años. “Son solo dos pilotos que luchan y hay que dejarlos correr”, le decía Red Bull a Dirección de Carrera. Y de forma sorprendente, Dirección de Carrera dijo que no la acción finalmente no se investigaría. Era echarle más leña al fuego. 

Eso iba a encender definitivamente a un Hamilton. “Por supuesto, por supuesto”, respondía Lewis por radio de forma irónica cuando le anunciaron que Verstappen no sería investigado. Y con esa decisión, el peligro de accidente aumentaba. Las cosas estaban muy caldeadas. A Hamilton le quedaban 17 vueltas para adelantarle. Debía cocinar el adelantamiento a fuego lento. Sabía que debía atacar de forma decidida y que Max le cerraría no una puerta, sino puerta, persianas y luces incluidas.

Hamilton parecía perder opciones por la degradación de las gomas. Pero lo volvió a intentar en la vuelta 58. Verstappen había cometido un error sutil, y eso, ante un depredador como Lewis, significa ponerte en problemas. Lewis intentó su segundo ataque pero Max se defendió bien, esta vez de forma limpia. Hamilton era más veloz y tenía 13 vueltas para lograrlo. Se pegaba en la curva 1, obligando a Max a protegerse y a perder unos metros clave para la curva 4. Hamilton lo intentaría en la recta de atrás, tras la curva 3. Y de repente, volvió a rugir la grada. Estaban viendo a uno de los mejores de la historia luciendo el casco de Senna y logrando la primera posición en la curva 4. 

Max lo intentó todo, pero era imposible. El Mercedes era un obús, un avión, una nave espacial. Lewis le pasó con mucha más punta. El sábado era el último. Hoy salía 10º. Y 59 giros después, ya era líder. A partir de ahí, se escapó y pudo incluso acabar tranquilo. Para colmo, Bottas pudo enmendar su error aprovechando un safety car virtual previo para hacer una parada gratis. En la estrategia consiguió colarse tercero y, a 7 segundos de Max, no permitía que el neerlandés tuviera un colchón suficiente para entrar a boxes e ir a por la vuelta rápida. Día perfecto para Lewis. Quiere el octavo. «Senna, Senna», gritaba la afición brasileña. En 2007 le odiaban porque Massa luchaba contra él por el título. 14 años más tarde, le idolatran. Le comparan con su mayor icono.