«Es un oportunista y vanidoso disfrazado de presidente de Emelec, un incapaz de hacer las cosas bien. Debe pedir perdón», Nassib Neme, durísimo con José Pileggi
Diez meses después de dejar la presidencia de Emelec, tras catorce temporadas al mando, Nassib Neme resolvió opinar públicamente sobre el desempeño de José Pileggi, vencedor de los comicios de noviembre del 2022. Lo hizo en una carta dirigida a EL UNIVERSO. Neme calificó como “mentiras, devaneos y calumnias” a los dichos del nuevo timonel eléctrico, quien dos días después de su triunfo electoral hizo reproches al manejo administrativo y financiero del directorio que lo antecedió. Esas críticas de Pileggi, a quien Neme le pidió tener “valentía”, se han mantenido hasta la actualidad.
El lunes pasado, 48 horas después del empate de Emelec con El Nacional (1-1) en Quito, José Pileggi dio una rueda de prensa en la que hizo varias acusaciones. Poco se habló de asumir responsabilidades por las seis jornadas sin triunfos azules, en lo que va la segunda etapa de la Liga Pro; tampoco de la distancia de uno y dos puntos que separan a los azules de los equipos que están en la zona descenso en la tabla acumulada. No hubo rastros de autocrítica sobre la que es, hasta hoy, la peor campaña de Emelec en la historia de sus participaciones del torneo nacional.
Y aunque desde algunos sectores del periodismo porteño hubo palabras de elogio a Pileggi porque “dio varios golpes en la mesa” y dijo cosas como “no salió un puto centavo de las arcas del club para financiar otros deportes”, en alusión a la gestión que lo precedió, el presidente emelecista lanzó varios dardos contra el periodismo.
Dijo, Por ejemplo: “existen personas dedicadas no a hablar de fútbol, no a hablar de deporte, ocultos en micrófonos y en cámaras para denigrar a la persona. Está poniéndose en riesgo la seguridad de todos quienes hacemos el club. Absolutamente nos negamos a aceptar este tipo de violencia mediática porque nos está haciendo daño”.
‘Un puto centavo’
El directivo reveló que presentó “en la Fiscalía General del Estado la respectiva denuncia por los actos que se estaban planificando hacer”. Esto en referencia a las supuestas amenazas de atentar contra la integridad física de los futbolistas de Emelec, cuerpo técnico, dirigentes e incluso contra su familia (según el directivo fueron intimidados por vía telefónica y por redes sociales). Pileggi aseguró que conoce la identidad de los presuntos responsables quienes, aseveró, » tienen trolls center y tienen medios trabajando para ellos”.
Además, el hoy mandatario azul hizo un comentario dirigido a Edmundo Véjar, exvicepresidente millonario en el periodo de Neme, quien hace varias semanas exigió esto: “señor Pileggi, enfóquese en salvar la categoría. Todo el trabajo y los recursos económicos deben estar destinados al fútbol. Emelec es un equipo grande y debe representarlo como tal”. Esta fue la contestación: “No salió un puto centavo de las arcas del club para financiar otros deportes. Este señor (Véjar) estuvo ocho años y jamás hizo nada. Ahora vienen a reclamar”.
En estas circunstancias, Neme envió el miércoles una misiva a este Diario, con la petición de que sea reproducida. Dice, entre otras cosas, lo siguiente: “En fecha pasada concedí una entrevista a su prestigioso medio con relación al Club Sport Emelec y la gestión de su actual directiva”, pero “atendiendo al pedido de mi familia, y al de mi propia conciencia de mantenerme al margen de polémicas en torno a la institución que a mucha honra me tocó dirigir desde 2009 hasta 2022, solicité mantener reserva de la identidad”.
La versión de Neme
Neme se refiere a la publicación del 28 de agosto anterior, cuando estimó que “José Pileggi es de espanto. Hizo de Emelec, con un guión de una película de terror, un pedazo de equipo secuestrado por la mediocridad y el quemeimportismo. Ha desinstitucionalizado a Emelec. Lo destruyó en tiempo récord ¡Llegó a dinamitarlo!”.
En la carta que dirigió el miércoles a EL UNIVERSO dijo: “No obstante mi postura inicial (de mantener la reserva de identidad) le solicito si aún fuera posible exteriorizarme como el autor de dichas opiniones y de todos los dichos que la misma incluye. Aprovecho para también apuntar mi opinión personal sobre quien hoy preside el Club Sport Emelec”.
El presidente que consiguió los títulos nacionales del 2013, 2014, 2015, 2017, en una era en que el cuadro del Astillero impuso un inédito récord de protagonismo -se ubicó en el podio del torneo de Ecuador como primero, segundo o tercero entre el 2009 y 2018- dice tener una razón para explicar la victoria en las urnas de su hoy contradictor.
‘Robó algo de luz’
“Pileggi sube a la palestra como un oportunista que encontró un espacio gratis en Emelec; un espacio que le cedieron otros con falta de garra. Esa ventana se abrió con la disyuntiva para los socios entre un payaso y un audaz, como lo eran los candidatos (Carlos Luis) Torres y (José) Auad. Pileggi nunca hubiera llegado a Emelec de otra manera; no tiene luz propia. Es un satélite que robó algo de luz de la directiva anterior”.
En la parte final de su comunicación a este Diario Neme dice: “Ojalá algún día Pileggi tenga la suficiente valentía y coraje para mirarse al espejo y reconocerse como un tipejo incapaz de haber hecho las cosas bien y haber hecho lo correcto. Debe pedirle perdón a todos los que ofendió con sus mentiras, devaneos, imprecisiones y calumnias, pero en especial pedir perdón a sus propios jugadores por haberlos hecho perder el orgullo de vestir esa sagrada camiseta. Reconocer que puso por encima de los intereses de Emelec su vanidad y ego que lo llevaron a disfrazarse de presidente”.
En la nota de agosto pasado, Neme también dio su punto de vista sobre Kléber Fajardo, actual asesor de Pileggi. “A Fajardo lo conozco desde su época de jugador. Amargado, no era querido ni respetado por sus compañeros. Su cara cuando Emelec perdió el campeonato de 1992 fue la misma que cuando ganó el torneo en 1993. Tampoco se desencajó cuando en la mesa se perdió la opción de bicampeonato en 1989. Le daba igual. Extraordinario jugador, pero ácido en todo el sentido de la palabra. Tenerlo allí debe ser uno de los tantos e interminables errores de Pileggi”.
