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El triste testimonio del histórico ayudante de Bauza

Amigos y compañeros de trabajo durante años y años. Compartieron cientas de vivencias en el mundo del fútbol. Miles de anécdotas, de historias, más allá de los títulos ganados en Liga de Quito, San Lorenzo y Central. Por citar algunos de los lugares donde estuvieron, claro. Hasta en la Selección Argentina. Hoy, por esas cosas injustas e inexplicables de la vida, el Patón Bauza se encuentra retirado -de manera obligatoria- de la dirección técnica por una enfermedad neurodegenerativa. Y el que se emocionó y evidenció una profunda tristeza por todo esto fue su histórico ayudante: el Camello Di Leo.

«El Patón está en Quito (Ecuador). Fue y es muy duro lo que está viviendo. Cuando me enteré de su enfermedad (NdR: demencia temperofrontal) no quería trabajar más. Me pegó tan fuerte que no quería saber más nada, porque cada cosa que hacía como entrenador, me la pasaba pensando en él. Me cuesta mucho no compartir todo eso con él», expresó, conmovido, en diálogo con Súper Deportivo en Argentina.

Siempre con respeto a la hora de hablar de la salud de su amigo, Di Leo continuó compartiendo sus sensaciones personales:  «Uno nunca esta preparado para esto. Me duele haber logrado muchísimas cosas y ahora no poder disfrutarlas juntos. Siempre hablábamos de retirarnos juntos y que íbamos a ir a ver todos los mundiales. A mí me da mucha pena, cuando recuerdo que me decía que iba a laburar hasta los 68 años y yo hasta los 64. El me decía que lo único que quería era tener su casita, una pileta y un parrillero para comer un asado con los amigos. Me da mucha angustia que yo pueda disfrutar y él no lo pueda hacer. Eso me hace mal, mal. El no sabe lo que le está pasando y vive otra realidad. A veces digo qué injusticia todo, qué pena».

Al Camello le resulta cuesta arriba ver a Bauza en las condiciones actuales. Los lindos recuerdos lo traicionan, son una daga al corazón al comparar el pasado y el presente. Y no encuentra palabras suficientes para explicar por qué le pasó lo que le pasó al Patón. «Son etapas muy diferentes y duras. Hubo una etapa donde todavía podía hablar. Ahora estamos en una etapa, donde es necesario forzarlo a qué se acuerde o no. Me pasa que estoy con él, lo visitó y termino lastimándome. Es como que se esta forzando todo y no tiene sentido. Es muy difícil», detalló.

A la par, prometió ir a visitarlo a Ecuador en los próximos meses: «En enero o febrero vaya para Ecuador. Tengo ganas de verlo y no me importa si no me conoce. Quiero verlo cómo está. Todos los días pienso que todo lo que le pasa es una mentira y vivo con esperanza que vuelva a ser él. Cada vez que hablo me pongo mal».

«Dos veces estuvimos cerca de dirigir a Boca. Una vez estábamos en Liga de Quito, pero teníamos contrato. Bauza con el dueño (Rodrigo Paz) tenía una relación impresionante y arreglábamos todo de palabra. De Boca nos vinieron a buscar, cuando nos faltaban dos meses para terminar el contrato, pero el Patón priorizó quedarse porque le había dado la palabra. Nos fueron a buscar a Quito. Después, cuando Basile, en su segundo ciclo, estuvo cerca de irse, renunció y los jugadores lo convencieron para quedarse. Estaba Ameal como Presidente y Bianchi como manager. Ahí habíamos arreglado todo de palabra, porque Basile había renunciado, pero nosotros queríamos saber realmente lo que pasaba con el Coco para hablar de dinero, porque quedaba mal. Nosotros estábamos listos para agarrar», rememoró el AC. 

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