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¡El Real Madrid, a semifinales de la Champions!

El Real Madrid está en las semifinales de la Champions. Y todo gracias a las paradas de Lunin en la tanda de penalti y a un lanzamiento de Rüdiger que le dio ese pase al equipo blanco. El partido fue un monólogo del City ante un Real Madrid que realizó un despliegue tremendo de supervivencia defensiva. Con eso le bastó para eliminar al campeón de Europa que lo hizo todo para ganar, pero se encontró con eso que tiene el Real Madrid en Champions y que está visto que nadie más tiene. Sólo así se entiende lo que pasó en el Etihad.

Ancelotti y Guardiola salieron con todo para buscar las semifinales de la Champions. No era para menos. Aunque el arranque del partido no fue el esperado. Como dos púgiles que se estudian antes de dar el primer golpe, City y Real Madrid salieron con la misma idea. Presionar la salida del rival en busca del error del rival e irse lo más rápido posible en busca del gol. Esa relativa tranquilidad que se vivió en el inicio del duelo acabó en el minuto 12 con el gol de Rodrygo. Balón largo a Bellingham que no estaba en fuera de juego,  pase a Valverde que se la dio a Vinicius, que tampoco estaba en posición ilegal. El brasileño le puso un pase de oro a Rodrygo que su primer disparo con la espinilla lo paró Ederson, pero el rebote le cayó de nuevo a Rodrygo que a la segunda no falló y puso el 0-1 en el marcador.

El Real Madrid dio el primer golpe a un City obligado a reaccionar. A eso se puso presionado aún más al Real Madrid que se las veía y se las deseaba para sacar el balón. Así llegaron las ocasiones inglesas para empatar. La más clara, el remate al larguero de Haaland que acabó con el balón en los pies de Bernardo Silva que falló una ocasión clarísima. El Real Madrid, cada vez más hundido en su campo, aguantó e incluso a la contra tuvo ocasiones para marcar su segundo gol.

El City era consciente del riesgo que corría con esas contras, pero estaba dispuesto a asumirlo. Su objetivo era empatar y las contras blancas no iban a ser un obstáculo en esa búsqueda del gol. La presión local iba en aumento, pero los de Guardiola no podían ni con el sistema defensivo blanco ni con Lunin. Las ocasiones iban cayendo del lado del equipo inglés que encerró al Real Madrid en su campo y que veía la meta de Ederson como si estuviera jugando en el campo infinito de la serie de animación japonesa Campeones. Vamos, que no se acercaba al área rival ni por equivocación y eso era por culpa del City y su agobiante presión arriba. Un equipo, el inglés que a pesar de sus esfuerzos, se marchó al descanso perdiendo 0-1 ante un Real Madrid para el que ese receso fue, sin duda, un alivio. Y una alegría porque acabó la primera mitad como equipo clasificado para las semifinales de la Champions League.

El segundo acto comenzó, como era de esperar, como acabó el primero, con el City apretando y creando ocasiones. Sin embargo, el Real Madrid sí que asomó la cabeza en un par de ocasiones por las inmediaciones de Ederson, aunque más para asustar que para otra cosa porque el partido y las ocasiones eran inglesas. El asedio del City al área del Real Madrid era total, pero el gol no llegaba y, apelando al tópico, los minutos iban pasando muy rápido para los ingleses y muy lento para los blancos. Un Real Madrid que por momentos parecía que ‘respiraba’ un poco con balones largos ante la asfixiante presión del City, pero fue un espejismo porque los de Guardiola apretaban y apretaban sin descanso metiendo a todo el Real Madrid literalmente en su área.

Empata De Bruyne

Ante este panorama, llegó la hora de los entrenadores. Guardiola dio entrada a Doku por Grealish para refrescar el ataque del City. Casualidad a o no, pocos minutos después de ese cambio, De Bruyne marcó el 1-1. Un mal despeje de Rüdiger le dejó el balón a los pies del belga que batió a Lunin en el minuto 76 para lograr el empate que el City tenía más que merecido. El partido volvía a empezar, pero con el riesgo de que con el poco tiempo que quedaba, cualquier fallo o despiste podía costar decir adiós a la Champions.

Ancelotti decidió entonces mover el banquillo y dar entrada a Modric por Kroos que está visto que en la mente del italiano no pueden jugar juntos. El City siguió apretando porque la prórroga no era una opción y De Bruyne tuvo el 2-1. Un tiempo extra que viendo lo que estaba pasando en el terreno de juego, sería un premio para un Real Madrid en el que entró Brahim por Rodrygo.

Los minutos finales del tiempo reglamentario fueron un suplicio para los de Ancelotti que en la segunda parte no disparó ni una vez a puerta. Con eso, le bastó a los blancos para llegar a la prórroga, con susto incluido de Haaland en la última jugada de los 90 minutos.

City y Real Madrid tenían media hora por delante para buscar el pase a las semifinales de la Champions. Guardiola, para sorpresa de todos, decidió comenzar ese tiempo extra cambiando a Haaland por Julián Álvarez para buscar más movilidad en su ataque y así, desordenar la defensa blanca. 

La prórroga fue una continuidad de lo que se había visto en el tiempo reglamentario, el City atacando y el Real Madrid, defendiendo como podía. No acabó ahí el sufrimiento de Vinicius que se marchó del campo agotado y habrá que ver si lesionado de cara al Clásico. En su lugar entró Lucas Vázquez, pero más para reforzar defensivamente la banda derecha que para atacar. La primera parte de la prórroga acabó, de manera sorprendente, con una ocasión de Rüdiger para el Real Madrid.

Todo o nada para City y Real Madrid en 15 minutos con los penaltis en el horizonte y con los blancos sin Carvajal que se marchó desfondado. En su lugar entró Militao y Ancelotti ordenó una defensa de cinco con tres centrales.  Guardiola, por su parte, dio entrada a Kovacic y Stones para refrescar físicamente  a su equipo. El acoso del City no sólo no bajó si no que fue en aumento conforme se acercaban los minutos finales de la prórroga. Todo eso, ante la atenta mirada de un Real Madrid que achicaba como podía todos los balones centrados al área de Lunin y de vez en cuando aparecía por el área del City. 

Todo en los penaltis

Al final, se llegó a los penaltis que viendo cómo había transcurrido el encuentro, fue un éxito para el Real Madrid. Ahora, sí que no iba más para los dos equipos que pusieron el pase a semifinales en las manos de Ederson y Lunin.

Julián Álvarez abrió la tanda de penaltis y no falló. Modric fue el primer lanzador del Real Madrid y lo paró Ederson. Un error de Modric que subsanó Lunin parando un penalti a Bernardo Silva que lo lanzó de la peor manera posible. Bellingham no falló para el Real Madrid y el siguiente en lanzar  fue Kovacic que vio como Lunin le paró el lanzamiento. Lucas Vázquez no falló en su lanzamiento para adelantar al Real Madrid en la tanda. Foden tampoco erró en su lanzamiento y el turno fue para Nacho que marcó su penalti. Ederson, el meta del City, se enfrentó a Lunin desde los 11 metros y no falló. Rüdiger, sí, Rüdiger, era el encargado de darle el pase al Real Madrid a las semifinales o alargar la tanda. El central no falló y el equipo blanco estará en semifinales donde se enfrentará al Bayern.

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