El proyecto de Marruecos para arrebatarle la final del Mundial a España
España, Portugal y Marruecos se llevaron el gato al agua y se convirtieron, desde el miércoles, en la candidatura que se llevó el Mundial de 2030, que al ser centenario se hará una conmemoración con tres partidos en Sudamérica, siendo el inaugural en Montevideo (Uruguay) y los otros en Argentina y Paraguay.
Ahora, todo se va a poner en marcha para acoger el Mundial, y muchos estadios hacen las quinielas para ver si pueden convertirse en sede, con 15 estadios españoles que cumplen con las condiciones, aunque todavía no se sabe cómo se repartirá la tostada entre los marroquís y los portugueses.
No obstante, la gallina de los huevos de oro no es otra que acoger la final. A nivel de prestigio y también económico, convirtiéndose en la capital del fútbol y teniendo sobre si los ojos de todo el planeta. Sobre el papel, en el momento del anuncio, solo cumplían con la condición de tener una capacidad de 80.000 espectadores el Santiago Bernabéu y el que será el futuro Camp Nou, que además cuentan con el hecho de ser estadios modernos y de los mejores del planeta.
No obstante, Marruecos tiene un proyecto para intentar arrebatarle dicha final del Mundial a España. En Casablanca hay un macroproyecto para hacer un campo de una capacidad de 93.000 aficionados y que cumpliría con la normativa FIFA de cara al Mundial de 2030, lo que se convertirá de este modo en un serio competidor para los estadios españoles. Un proyecto que está en una fase incipiente pero que seguro que se acelerará ahora que ha vencido la candidatura ibérica.
El propio Faouzi Kekjaa, presidente de la Federación de Marruecos, habló al respecto y dejó claro lo que pretende el país: «Esperamos vivir una final extraordinaria que honre a todo el continente y a las jóvenes generaciones en un estadio en Casablanca que será extraordinario y maravilloso».
Más si se tiene en cuenta que en África, históricamente, solo se ha disputado una final de un Mundial, que fue en Sudáfrica, y que en España ya se dio una en 1982. Un factor que podría ser decisivo para la FIFA con tal de tratar de contentar al público africano.
