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El Barcelona derrotó al Dinamo de Kiev y recuperó oxígeno en la Champions League

El Barcelona se presentó en el estadio Olímpico de Kiev con una única misión: ganar. Es que su inestable presente obligó al Blaugrana a intentar olvidar su crisis deportiva con el nuevo proyecto de Sergi Barjuán, el entrenador interino que reemplazó a Ronald Koeman.

La intención de atacar con las intervenciones individuales de Ansu Fati y Memphis Depay no fueron suficientes para quebrar la sacrificada línea defensiva del dueño de casa, que además se animó a improvisar algunos contragolpes liderados por Denys Garmash.

La vía aérea fue otro recurso al que apeló el combinado catalán para romper el cero. Un cabezazo de Clément Lenglet al palo paralizó los corazones ucranianos, aunque unos instantes más tarde la acción fue anulada por una presunta posición adelantada. Con el correr de los minutos, los del rumano Mircea Lucescu se fueron sintiendo más cómodos en el pleito y de a poco se fueron animando a perderle el respeto a su rival.

Antes del descanso el Culé volvió a tener otra ocasión mediante un envío para la proyección de Nico Gonzalez. El potente cabezazo del volante rebotó contra un defensor y las dudas de Ansu Fati hicieron que la pelota con terminara en la red. Además de la ausencia de ideas, el Barcelona tampoco tenía fortuna.

Ni las proyecciones de Jordi Alba, ni sus remates de media distancia lograron poner en ventaja al Blaugrana en la primera etapa. Además, en la última acción cuando Ansu Fati se iba solo mano a mano frente al arquero local Georgi Bushchan, el árbitro Ovidiu Hategan le bajó la persiana ante la mirada de desconsuelo del joven y veloz atacante culé. A los catalanes no le salió ni el tiro del final. Y en el complemento demostró mayor agresividad.

Cuando parecían que se le abría la oportunidad al conjunto español de llegar al ansiado gol a través de un penal, la intervención del VAR anuló la decisión arbitral debido a que el anticipo de Oleksandr Syrota sobre Ansu Fati fue completamente lícito. Por lo tanto, la resignación continuó dañando a los protagonistas visitantes.

Fue cuando faltaban 20 minutos para el cierre cuando Óscar Mingueza logró desarticular a la última línea del Dinamo de Kiev con un punzante buscapié que encontró a la figura de la cancha. Con una maniobra impactante, Ansu Fati fusiló al arquero y estableció el esperanzador 1 a 0 que le dio una cuota de oxígeno al elenco blaugrana. La esperanza de acceder a los octavos de final se mantenía vigente gracias a la calidad del heredero de Messi.

Con los tres puntos garantizados, el Barcelona se quedó con el segundo puesto del Grupo E (con 6) y disputará el segundo boleto hacia la próxima instancia con el Benfica (4), dado que el Bayern Múnich (12) ya tiene su plaza garantizada y el Dinamo de Kiev (1) fue eliminado con la derrota. El Culé ganó y nada más.

infobae.com