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Dinamarca derrotó a República Checa en Bakú y se clasificó a las semifinales de la Eurocopa

En la continuidad de la acción de la Eurocopa, precisamente en la segunda jornada de cuartos de final, la selección de Dinamarca logró la clasificación a las semifinales al imponerse por 2-1 a República Checa en el Estadio Olímpico de Bakú. Con goles de Thomas Delaney y Kasper Dolberg, el cuadro danés dio un paso fundamental en su sueño de repetir la hazaña de 1992, cuando fueron campeones. Su rival saldrá del cruce entre Inglaterra y Ucrania.

Ambos salieron a jugarse un partido histórico y lo expresaron desde el pitazo inicial. En un duelo de mucha intensidad y agresividad, el elenco danés encontró la ventaja muy rápido. Iban solamente 5 minutos cuando Stryger ejecutó un tiro de esquina directo al corazón del área y por ahí entró, completamente libre de marca, Thomas Delaney para enviar el balón a la red con un gran golpe de cabeza.

Lógicamente, ese anotación encajada al principio del cotejo obligó a República Checa a salir a buscar el empate. Poco a poco se hizo con el dominio en el mediocampo pero, pese a que pisó el área rival con jugadas elaboradas, Dinamarca se mostró sólido atrás y creó más peligro con sus contraataques. Y así fue que consiguieron el segundo gol.

Fue un gran escalada por la banda izquierda de Joakim Maehle, quien envió un centro espectacular con el exterior del pie derecho y encontró a Kasper Dolberg en el centro del área para empujar el balón directo al fondo del arco en el minuto 41. Un golpe durísimo para los checos antes del descanso.

Jaroslav Silhavy hizo un doble cambio para República Checa de cara al complemento. Entraron al terreno de juego Jankto y Krmencik, siendo este último muy importante para revitalizar al equipo. Por fortuna para el cuadro checo, encontraron el descuento muy rápido. Patrik Schick, que empató a Cristiano como máximo goleador de la competición, recibió una asistencia de Coufal desde la derecha y disparó con fuerza para marcar el 2-1 en el minuto 48.

Pero el empuje le duró unos pocos minutos. Esa anotación que les había dado esperanza terminó siendo insuficiente para una República Checa que se fue apagando entre lesiones, golpes fortuitos y el cansancio lógico de estar en instancias avanzadas de una competencia de élite. Los checos, que habían protagonizado un gran batacazo al eliminar a los Países Bajos tras ser uno de los seis mejores terceros, ahora sucumbieron ante la Dinamarca que se revitalizó después de un inicio turbulento.

Atrás dejaron la conmoción por el colapso de Christian Ericksen, quien se sigue recuperando luego de desplomarse en el primer partido contra Finlandia, donde su equipo cayó por 1-0. Cuando perdieron ante Bélgica (2-1) parecía que dirían adiós de forma prematura. Pero le ganaron 4-1 a Rusia y volvieron a golear en octavos de final ante Gales. Ya están entre cuatro mejores, tal como en 1992, cuando donde consiguieron la gloria y fueron campeones en Suecia. El sueño de repetir esa hazaña está intacto.

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