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Deportivo Cali, el nuevo campeón del fútbol colombiano

El Deportes Tolima le aplicaron la misma fórmula que aplicó seis meses atrás, contra Millonarios. Deportivo Cali, tras empatar en su casa, ganó con total justicia y colgó este miércoles la décima estrella en el escudo verdiblanco. La fiesta tolimense en el Murillo Toro, otra vez, tendrá que esperar. 

Tolima volvió a aprovechar una idea de juego que ya le había dado resultado en el partido de ida en Palmaseca: la pelota quieta. Así logró el gol que hizo estallar el Murillo Toro, con un cobro de tiro de esquina de Daniel Cataño y un remate de cabeza de Julián Quiñones, luego de un forcejeo con Hernán Menosse. El gol, como muchas cosas en este torneo, tuvo algo de misterior por la revisión del VAR, pero finalmente, se decidió que la jugada era limpia y así, el local ya estaba en ventaja desde los 14 minutos.

El gol, lejos de acabar con el ánimo del Cali, le inyectó ganas al visitante, que no se apagó, que siguió como si el partido fuera 0-0 y que, con esas intenciones, parecía verse mejor, pero le faltó lo que tuvo en todo el cuadrangular semifinal: puntería.

Tolima parecía sentirse cómodo en esa situación, porque había mucho, muchísimo espacio para explotar si lograba quitarle la pelota al Deportivo Cali.

Ese fue el libreto con el que terminó el primer tiempo y con el que también arrancó el segundo, cuando, por fin, Cali conoció qué guantes usaba William Cuesta, luego de un remate de Teófilo Gutiérrez.

Tolima pudo haber liquidado la final en una jugada en la que Ánderson Plata le perdonó la vida al Cali, al quedar mano a mano con el portero Guillermo de Amores, pero mandarle la pelota al cuerpo cuando tenía tiempo y espacio para haber resuelto de manera diferente.

Ya en ese momento, el técnico del Cali, Rafael Dudamel, había vuelto a una formación más parecida a la que tuvo en Palmaseca, con la entrada de Juan Camilo Angulo y Andrés Colorado en lugar de Juan Franco y Andrés Balanta. Y con Colorado en la cancha, Jhojan Valencia tuvo más libertad para salir.

De sus pies salió el gol del empate del Cali, a los 14 de la segunda etapa: mandó la pelota al área, Ángelo Rodríguez aguantó al defensa que lo marcaba y tocó a un costado y allí, Jhon Vásquez aprovechó una de las grietas que tenía Tolima en su improvisada defensa, la de Junior Hernández como lateral izquierdo, para anticiparlo y llegar libre para rematar y, por fin, vencer a Cuesta para el 1-1.

Hernán Torres, el técnico del Tolima, comenzó a pensar en opciones de ataque y metió a Juan Fernando Caicedo, su goleador en la campaña y su figura en la final del primer semestre contra Millonarios. Pero inexplicablemente, el DT sacó a Cataño, que había participado en casi todas las acciones de gol de su equipo: aparte de ponerle la pelota en la cabeza a Quiñones en el gol, había cobrado un tiro libre en el primer tiempo que sacó De Amores y luego, en la segunda etapa, remató de media distancia e hizo volar al portero uruguayo. Con su salida, los locales quedaron cojos.

Ya Cali se tomó muchísima más confianza y se fue con todo al ataque. Teófilo Gutiérrez tuvo el 1-2, pero se enredó con la pelota cuando estaba solito frente al arco. Y luego, Eduar Caicedo metió la mano en el área en un cobro de costado y el juez Alexander Ospina (muy cuestionado antes del partido, pero de buena actuación a lo largo de los 90 minutos), sancionó sin necesidad del VAR, un penalti muy claro. Preciado le rompió el arco a Cuesta y ahora era el Cali el que veía brillar la estrella en su escudo.

Cali, ahora sí, le apostó a una fórmula que conoce bien, la de aguantar atrás y jugar con el reloj. Tolima se abrió, se quedó con un solo volante de marca y refrescó todo el ataque. Y el juego se volvió cortado, más allá de un par de sustos sin grandes consecuencias en el área visitante, entre ellos, una jugada en la que Caicedo se demoró en rematar por buscar su mejor perfil y permitió que lo dejaran sin visión de arco.

El equipo de Dudamel fue un justo campeón, con un impresionante remate de campaña, con mucha seguridad, con mucha motivación y con mucha categoría. Por eso, ya la capital del Valle está de festejo.

eltiempo.com