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De atajarle penales en el barrio a Messi a enfrentarlo en la Selección: la historia del arquero argentino que fue convocado por Ecuador

Gustavo Alfaro se inclinó en su primera convocatoria como entrenador de la selección de Ecuador por tres arqueros: Alexander Domínguez (Vélez), Pedro Ortiz (Emelec) y Johan Padilla (El Nacional). Justo antes de partir hacia Buenos Aires para el primer compromiso por las Eliminatorias Sudamericanas ante Argentina, este último dio positivo de coronavirus y tuvo que ser reemplazado por… un argentino nacionalizado. Se trata de Hernán Galíndez, quien tendrá su primera experiencia con La Tri.

“Me acaban de llamar para que vaya a la Casa de la Selección. Es uno de los días más felices de mi vida. No puedo hablar mucho, estoy con mucha ansiedad, mucha alegría, tengo miles de sentimientos encontrados”, reconoció el guardameta de Universidad Católica de Ecuador al programa radial local Mundo Deportivo. Lo cierto es que el rosarino de 33 años volverá a cruzarse con Lionel Messi, tal como lo hacían en su ciudad de origen cuando eran niños.

Galíndez dio sus primeros pasos en Estrella Juniors, un club de fútbol infantil que competía en las ligas amateurs de la ciudad santafesina. Fue en un certamen organizado por Tiro Suizo en el que se dio el gran gusto de ganarle una final al Newell’s de Messi, que arrasaba con cuanto rival se cruzaba, para adueñarse del anhelado premio: una bicicleta para cada integrante de su equipo. Habrá sido una de los pocos títulos dejados en el camino por esa categoría 87 de la que mucho se hablaba a principios de los 90.

A pesar de ser vecinos, el destino los situó en veredas opuestas y luego definitivamente los alejó. Galíndez se incorporó a las divisiones inferiores de Rosario Central y Leo Messi partió de las menores leprosas al Barcelona de España. En 2008, cuando el capitán argentino ya tenía varias temporadas como profesional en el Barça, el arquero tuvo su estreno en la primera canalla. Allí conoció a Gustavo Alfaro, quien tuvo un corto paso dirigiendo al conjunto rosarino a fines de 2008 con resultados negativos.

El Gordo se asentó en el plantel profesional a la espera de su oportunidad para ser titular, a la sombra de Jorge Fatura Broun y el uruguayo Jorge Bava. En el Clausura 2010, torneo en el que Central peleó por la permanencia, se metió en el primer equipo y padeció la desgracia deportiva del descenso en la Promoción contra All Boys. Apuntado como uno de los responsables del hundimiento (incluso recibió amenazas) se vio obligado a abandonar la institución y halló asilo en Quilmes. Pero en el Cervecero se repitió la historia y tras una serie de pésimos resultados bajó a la B Nacional.

Luego de un breve retorno al Canalla, Gali se fue a probar suerte en el exterior con la idea de cambiar de aires. Recaló en Universidad Católica, que aspiraba al ascenso a la máxima divisional de Ecuador. Tras su inmediato arribo el conjunto dirigido por el argentino Jorge Célico se coronó en la Serie B y se instaló hasta la actualidad en la categoría superior ecuatoriana.

En el cuadro de Quito no solo se asentó y se transformó en referente, sino que llegó a ser capitán. El conjunto camarata inclusive empezó a disputar asiduamente campeonatos internacionales y Galíndez volvió para competir con adversarios argentinos como Independiente de Avellaneda (octavos de la Sudamericana 2019) y Lanús (primera fase de la actual edición que se interrumpió por el COVID-19).

El clamor popular lo situó entre los posibles convocados para la selección ecuatoriana desde hace rato. Recién en febrero de 2019, habiendo finiquitado hasta el último requisito e interminable escollo burocráctico, se naturalizó oficialmente y quedó elegible. Sin embargo el entrenador de turno, el colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez se inclinó por Alexander Domínguez, Pedro Ortiz y Máximo Banguera para afrontar la Copa América que se desarrolló en Brasil.

Es uno de los albicelestes que Alfaro tiene en carpeta junto a otro ex Central como Damián Kitu Díaz, que desde hace tiempo es figura en Barcelona de Guayaquil, pero todavía no está en condiciones de tramitar la ciudadanía ecuatoriana. Sus hijos son ecuatorianos y adoptó aquella patria como propia. Lejos está de soñar con un regreso al Canalla y el fútbol argentino, que lo eyectó y dejó su carrera en la cuerda floja. Hoy disfruta el presente y sueña a lo grande.

Ahora proyecta seguir los pasos de otros argentinos nacionalizados ecuatorianos como los arqueros Marcelo Elizaga, Javier Klimowicz, Esteban Dreer, el defensor Norberto Araujo (histórico de la Liga de Quito) y el delantero Ariel Graziani, quien llegó a convertir 15 goles con La Tri.

En principio será suplente de Domínguez y Ortiz, aunque batallará para ganarse un lugar entre los titulares de la selección conducida por Alfaro, que este jueves visitará a Argentina en la Bombonera y el martes 13 recibirá a Uruguay por la segunda fecha de las Eliminatorias. La competición es larga (finaliza en marzo de 2022 según lo estipulado) y el año próximo se llevará a cabo la Copa América en Argentina y Colombia. Galíndez, que algún día le atajó penales a Messi cuando tenía menos de 10 años, ahora se ilusiona con replicarlo a nivel internacional.

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